jueves, 28 de mayo de 2009

Vier Minuten


Definición de prisión: "lugar del que te evades" (Michel Vaujou)


Los alemanes -o austriacos, valga el oxímoron- cogen un piano, una señora mayor profesora de piano frustrada por no se sabe qué cosas exactamente de su oscuro pasado como joven talentosa prusiana (existen acaso los pasados de jóven talentosa prusiana NO oscuros?) y, ora acompañada por un pijín guapete con raqueta al cinto, ora por una joven rebelde encarcelada por matar y despedazar a un suegro violento, te montan una película en la que si bien el mencionado instrumento musical no sirve para matar a julia roberts en la última escena de la peli por el ya conocido y desafortunado accidente con una polea en plena mudanza a la casa de sus sueños, si tienen a bien cogerte el corazón y la cabeza y triturarlos en un mortero sin ajo ni finas hierbas. Una vez obtenido el engrudo de sesos y aurículas, te piden amablemente que lo comas, que te levantes y desaparezcas, circule, aqui no hay nada que ver.

No dejéis de ver esta película.

domingo, 24 de mayo de 2009

Varsovia, 1987




-Qué has preparado para cenar?
-Cocodrilo empanado y pierogi de dátiles
-mmmh qué bueno, vengo con un hambre atroz.
-no me extraña, cariño, levantar pirámides debe ser agotador.
-Si, estamos preparando una huelga general.
(..)


-Marek, por favor, llévate a las niñas al parque porque me están agotando con el desfile.
-Qué desfile, Wiktoria?
-El desfile de primero de mayo ese que tienen montado por el pasillo, con pancartas de esfinges encabronadas
-Estas niñas juegan a papás y mamás de una forma bastante curiosa. Igual tendríamos que apuntarlas a clases de teatro.
-Lo que tu quieras, Marek, pero por favor, sácalas un rato a pasear porque me van a volver loca...

viernes, 15 de mayo de 2009


Llegó a la recepción y tomó su placa identificativa.
La reunión estaba llena de cincuentones de esa clase de cincuentones con la vida materialmente resuelta, con un par de pisos
en propiedad en zonas turísticas y un patrimonio suficiente como para dejar de trabajar si quisieran. Dejar de trabajar en particular en oficinas tétricas
y bien acondicionadas haciendo actividades absurdas y monótonas. Gente que no había visto crecer a sus hijos, y que se lamentaba
de cuando en cuando por ello, aunque en realidad la excusa de los horarios y agendas supuestamente apretadas eran un ridículo
pretexto para justificar la realidad: pasar tiempo con sus hijos, adolescentes malcriados imbéciles funcionales, caprichosos y adictos al porno
gratuito, era algo que se la traía al pairo.


Gente que se sentía obligada a beber un buen güisqui de cuando en cuando, y cuyo mayor riesgo vital consistía en algún partido de squash con sus colegas de carcel enmoquetada, para tentar al infarto de miocardio.