martes, 28 de julio de 2009

n° 95





"Toda comunidad necesita una casa abandonada"
Dijo: alguien
Foto: the Singing postman

miércoles, 15 de julio de 2009

Viol on chelo









Ingveldur es la prima de Fìngunnur, tiene diecinueve años y llegó hace un par de semanas a Berlín.



Ayer vino algo pensativa a la tertulia del Morena en la Wienerstrasse y ante las preguntas nos contó lo que le acababa de suceder. De camino hacia casa la había asaltado un hombre y tras hacerle propuestas tórridas y porcinas, se abalanzó sobre ella armado con un cuello de botella roto. Ante la resistencia de la chiquilla, el tipo le rajó el brazo.



Ingveldur le propinó una patada en las pelotas y le dejó tirado en el suelo retorciéndose de dolor. Y es que a pesar de que normalmente lleva zapatitos de bailarina, ayer llevaba sus doc martens con puntera metálica, heredados de la época punk de su hermana mayor y que esta le pasó al momento de nacer su hijo, porque los pies le crecieron un número y medio durante el embarazo. Hace falta pisar la Tierra con pie más firme cuando uno tiene un hijo y por eso la naturaleza provoca crecimientos plantares durante la gestación humana. Otras especies, como la mantis religiosa, se comen al macho después de la cópula. En cualquier caso, el problema es el mismo. Tener una cría. Aceptar la responsabilidad.


Ingveldur podría haber dejado al tipo retorciéndose de dolor en el suelo y correr calle abajo, pero antes de ello decidió recoger el cuello de botella roto y rajarle la cara.
-Para dejarle un recuerdo de ese día- dijo, mientras daba sorbos a su café con leche.

lunes, 6 de julio de 2009

DB




En el tren de la DB, corremos a las 17 horas y 15 minutos y acaban de dar los 290 kilómetros por hora. La lluvia se pasea en curvas de gotas por las ventanas del vagón cafetería, parecen curvas de consumo eléctrico interanual del pueblo alemán, o quizá cabellos húmedos de una indígena primigenia.


Cuándo se puede hablar de indígena primigenia?

Unos dirán que sería el equivalente a la Lucy germánica, es decir, un ejemplar de hembra de australopithecus, otros dirán que primigenia sería aquella primera mujer brandenburguesa del neolítico que se aferró a un pincho de barbacoa primigenio con el que asar un jabalí primigenio para su prole primigenia.


Yo siento primigenio como el momento en el que una bárbara, escapando de las legiones romanas, se separa de su pueblo y familia y se adentra en el bosque y la lluvia la sorprende con una furia que sacia sus ansias de agua y frío en la piel. Esa clase de indígena primigenia que en medio de una angustia enorme, sólo encuentra en la lluvia torrencial el único fenómeno externo que se puede meter hasta sus huesos y curarla, por el espacio de un momento.

miércoles, 1 de julio de 2009

Patios insaciables


a veces es necesario

sentarse en una terraza improvisada

en un patio rodeado de escombros

y compartir una cena de carne a la barbacoa

con alguien que utiliza ensalada de pollo asado
como acompañamiento para la carne a la barbacoa